
El cuerpo necesita hidratación en todo momento, con lo que aunque no se tenga sed es indispensable, con la llegada del calor, beber de forma regular a lo largo de toda la jornada. Algo que debemos considerar si en nuestro entorno hay presencia de niños y ancianos, que requieren una atención especial en este sentido, y a los que hay que advertir sobre la importancia del consumo frecuente de agua.
Incluida en el menú
Así que atención al consumo de agua, que, además de beberse, también la podemos incluir fácilmente en nuestro menú. Comer ensaladas, frutas, verduras frescas, sopas frías como un buen gazpacho, yogur, té, leche y todo tipo de zumos o batidos nos aportarán también mucha agua.
Como sabemos, por otra parte, el agua es también un tratamiento de belleza en si mismo en muchos aspectos. Así que… ¡A beber agua!
Piel hidratada
Pero no únicamente en el aspecto nutricional obtendremos beneficios del agua. Si nos centramos en el trato de nuestra piel, como muchas ya sabréis, el agua es un elemento básico. Hidratar la piel del cuerpo y de la cara con cosméticos que ayuden a saciar la sed de la piel es importante. Podemos optar por texturas fluidas, en forma de gel, refrescantes y que se absorban de forma inmediata. Pero siempre deberemos tener en cuenta que cada piel es distinta. Y debemos adaptar el producto cosmético elegido a la que más nos convenga para ahuyentar los efectos del calor sobre nuestro tejido. No hay que olvidar, tampoco, el uso de protección solar elevada cada día.
La cosmética elaborada con agua termal puede ser también una buena solución para nuestra piel, puesto que tienen propiedades calmantes y equilibrantes, además de evitar problemas provocados por las altas temperaturas como las irritaciones, la sequedad, etc.
Hidratación profunda
Tanto la mesoterapia facial como la corporal preparan la piel desde dentro hidratándola profundamente y mejorando su tersura. Es recomendable realizar una o varias sesiones (en función de las que necesite cada persona) antes y después de la época estival. Las sesiones previas sirven para proteger la piel de las agresiones solares y el severo calor; las sesiones posteriores consiguen regenerar la piel y prepararla para el cambio paulatino de estación.
Agua y diversión
Por último, y no menos importante, es recomendable el ejercicio dentro del agua, puesto que tanto el mar como la piscina nos permiten mover el cuerpo de una forma divertida y sin riesgos de lesiones. Se pueden realizar ejercicios aeróbicos que estimularán la circulación sanguínea, tonificarán los músculos, aumentarán nuestra capacidad cardiorrespiratoria, entre otros muchos beneficios. Así que… ¡A disfrutar del agua!