
La composición articulada de la columna vertebral permite también realizar movimientos de flexión, extensión, rotación y flexión lateral. Todos ellos con las lógicas restricciones que determina la anatomía del cuerpo.
Dolores y lesiones
Los dolores de espalda suelen originarse por múltiples factores. Una mala posición mientras se trabaja, se duerme o estudia; el uso de un colchón inadecuado o mantenerse demasiado tiempo en la misma posición pueden provocar dolor en la columna vertebral
Cuando existe una lesión de espalda, las torsiones y caídas, o movimientos tan comunes como doblarse o estirarse para alcanzar algún objeto, pueden agravar la dolencia.
El deporte y la columna vertebral
El deporte puede implicar un riesgo de espalda. Sobre todo, aquellas prácticas que obligan a realizar movimientos de flexión y extensión de la columna, y exigen la ejecución de torsiones bruscas o continuas, la carga de pesos excesivos, golpes o vibraciones.
Algunos deportes desarrollan mayormente un grupo muscular determinado, produciendo un desequilibrio en el dinamismo de la columna al repartir de forma desigual las cargas.
Por ello se recomienda que antes de iniciar la práctica de un deporte determinado, el deportista desarrolle un programa de ejercicios adecuados para garantizar un buen desarrollo de la musculatura implicada.
También será necesario el reconocimiento médico antes de empezar, ya que es importante la valoración de las características del paciente, de su estado de salud general, su estado cardiovascular y el estado de su espalda.
Los más adecuados
Los deportes más recomendados para la columna son la natación y la natación terapéutica. Éste es uno de los deportes que goza de mayor aceptación entre las personas con dolores vertebrales, y uno de los más recomendados por los médicos y fisioterapeutas. Sobre todo los estilos de crowl y espalda, ya que con ellos la musculatura lumbar trabaja de forma más simétrica.
La gimnasia de mantenimiento, andar (mejor que correr), la práctica del baloncesto (equilibrando el balance corporal), balonmano o voleibol son otros de los ejercicios que los médicos aseguran que son beneficiosos para la columna vertebral.
Los menos recomendados
Entre los deportes que se desaconseja practicar y que cuentan con mayores riesgos de lesión, se encuentra el squash, ya que requiere movimientos bruscos e incontrolados, sobre todo en posturas de torsión y flexión de la columna que tienden a muscular más un lado que el otro.
Otro deporte no recomendado es el esquí, ya que el deportista mantiene durante los descensos la espalda doblada mucho tiempo. El ciclismo puede provocar sobrecargas o desequilibrios en los ligamentos y la musculatura de la espalda. Y la halterofilia en la que al levantar grandes pesos, la presión ejercida sobre la columna puede ser excesiva y por ello peligrosa.
Otros deportes que son perjudiciales para la columna vertebral son el patinaje artístico, el paracaidismo, el montañismo, el rugby, todo tipo deportes de lanzamientos, el judo, la lucha libre, la equitación y los denominados deportes extremos o de riesgo.